Buenos samaritanos: manos dispuestas a ayudar durante el Huracán Harvey

Cuando el Huracán Harvey golpeó Houston, Kush Sutaria, un estudiante de pasantía J-1, estaba en una visita de ventas en San Antonio, afortunadamente fuera de la furia del ojo de la tormenta. Luego resultó ser que de todas maneras estar en San Antonio no fue tan fortuito. Kush estaba exactamente en el lugar correcto para poder ayudar a FEMA y al ejército de los EE. UU. con los esfuerzos para combatir el desastre causado por el huracán.

Kush pasó el verano como pasante en United Aerial, una compañía de recolección y administración de datos con drones, cuya sede está en Houston, Texas. Kush atribuye sus antecedentes académicos y el hecho de que tiene una licencia de piloto privado como las razones de peso para pedirle que se uniera a la compañía. La pequeña compañía ofrece tecnología altamente especializada y tiene una cultura muy única. El entusiasmo y la educación de Kush hacen que sea una gran incorporación para el equipo. Los antecedentes de Kush también facilitaron que obtuviera un certificado de piloto remoto para drones. Es una habilidad que demostró ser invaluable en el escenario del gran desastre real que encontraron.

Cuando Kush y sus compañeros de equipo salieron para atender la visita de ventas en San Antonio, no tenían idea de que Harvey sería tan veloz y destructivo. La compañía de logística que estaban visitando en San Antonio es contratista de FEMA, por eso, cuando Harvey golpeó, la compañía se enlistó para la acción. Kush y los miembros de su equipo inmediatamente se ofrecieron como voluntarios para ayudar.

El equipo de United Aerial pasó toda la noche acomodando el inventario de los suministros de ayuda que llegaban a la base cercana de la Fuerza Aérea de Texas. Mientras estaban en la base militar, Kush también demostró al personal militar cómo se pueden desplegar los drones para reunir datos en los momentos de desastre natural. En este caso, Kush envió a un dron para grabar un video de los daños causados por la inundación. La grabación resultó ser de extrema utilidad para los esfuerzos de ayuda de la milicia.

Kush no duda en mencionar rápidamente que su parte en los esfuerzos de ayuda fue “menor” en comparación con los “verdaderos héroes” que estuvieron en Houston. Elogia a las personas y a las organizaciones que condujeron las peligrosas operaciones de rescate, como sacar a las personas de las traicioneras aguas de la inundación; pero también estaba extremadamente complacido por poder ayudar, y nunca olvidará esta inesperada experiencia y las lecciones aprendidas.

La experiencia hizo que Kush se interesara aún más en la tecnología de drones y esto le enseñó mucho sobre el gran espíritu de valor, camaradería y compasión de los estadounidenses. Kush fue testigo de personas que iban juntas, levantándose una a la otra, literalmente, de las calles inundadas y uniendo sus fuerzas para reconstruir una ciudad devastada. Esto causó una impresión indeleble que nunca olvidará.

Uno de los objetivos de los programas de intercambio cultural es presentar a los estudiantes y jóvenes profesionales internacionales la cultural estadounidense. Si bien Kush piensa que la cocina tejana es “fantástica”, y está asombrado por la vastedad y diversidad del “Estado de la Estrella Solitaria” (que en sus propias palabras es más grande que todo el país de Inglaterra), lo que más le impresionó fue la “hospitalidad sureña” y la amabilidad de las personas.

Al igual que muchos participantes visitantes de intercambio, Kush pudo ampliar su educación a través de su experiencia de trabajo. La pasantía lo expuso a aspectos importantes e integrados de administrar un negocio. Más allá de ampliar su entendimiento técnico, aprendió sobre los aspectos del negocio, finanzas, mercadeo y atención al cliente de la compañía, lo cual le brinda una perspectiva comercial general tremenda.

Kush siente que los tres meses que pasó en los EE. UU. le ayudaron a ser más independiente y a ampliar mucho sus horizontes. También siente que ganó un mayor entendimiento de las personas y la cultura estadounidense. A Kush le gustaría regresar a los EE. UU. después de completar sus estudios.

La historia de Kush es una entre miles que enfatizan los beneficios recíprocos de los programas de intercambio cultural. Es a través de las conexiones de persona a persona que se encuentra un área en común para establecer el entendimiento, el respeto y la amistad.

Esto no es solo un ejemplo de diplomacia en acción de primera mano; esta es una historia conmovedora de seres humanos que se unen para dar una mano de ayuda.

Y ese es el verdadero poder y el verdadero propósito de los programas de persona a persona.

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